La Iglesia visigoda de Santa María fue un templo religioso construido en la ciudad de Quesada, en la provincia de Jaén, España, en la segunda mitad del siglo VI. Se encontraba ubicada en el actual Paseo de Santa María, o en el solar que ocupa hoy la Iglesia de San Pedro y San Pablo.
De esta iglesia se han encontrado diversos restos, como columnas, capiteles, modillones, una estela discoidea y frisos. Los restos más importantes son los frisos, que están decorados con motivos geométricos y vegetales. Estos frisos se encuentran en el Arco de la Manquita de Utrera y en la fachada de la Casa de la Calle Arco de los Santos.
La Iglesia visigoda de Santa María es un importante testimonio de la historia de Quesada. Es un ejemplo de la arquitectura religiosa visigoda, que se caracteriza por su sencillez y sobriedad.
Restos de la Iglesia visigoda de Santa María
Los restos de la Iglesia visigoda de Santa María se han encontrado en diferentes lugares de la ciudad de Quesada. Los más importantes son los siguientes:
- Arco de la Manquita de Utrera: En el dintel de este arco se encuentran dos frisos visigodos. El friso superior está decorado con motivos geométricos, y el friso inferior está decorado con motivos vegetales.
- Fachada de la Casa de la Calle Arco de los Santos: En la fachada de esta casa se encuentra un friso visigodo. El friso está decorado con motivos geométricos y vegetales.
- Otros restos: En otros lugares de la ciudad se han encontrado restos de columnas, capiteles, modillones y una estela discoidea.
Interpretación de los restos
Los restos de la Iglesia visigoda de Santa María permiten interpretar que se trataba de un templo de planta rectangular, con un ábside semicircular. El templo estaba construido con piedra y ladrillo, y estaba decorado con frisos de motivos geométricos y vegetales.
La Iglesia visigoda de Santa María fue un importante edificio religioso en la ciudad de Quesada. Es un testimonio de la riqueza cultural y artística de la época visigoda.
